Un reputado y afamado maestro okinawense me dijo en cierta ocasión, cuando acababa de conocerle, "El alumno inteligente abre los ojos y roba la técnica al maestro".  Años más tarde, al presentarle un proyecto de cartel para uno de sus eventos, dijo: "Tú tienes ojos en la cara, yo no puedo hacer nada delante de tí".

Que no se me interprete mal, no quiero decir con esto que yo sea más listo, más avispado o hábil que nadie, ni siquiera me puedo considerar uno de sus mejores alumnos, ni tan siquiera alumno suyo, aunque sí mantengo una relación respetuosa a la par que cercana con él.

Lo que quiero decir y dejar patente es el sistema didáctico tradicional japonés. "Yo enseño uno, tres, cinco, seis, siete, nueve. Es el alumno quien tiene que encontrar el dos, el cuatro y el ocho", me dijo en otra ocasión. Esto es el Okuden...

Y no es que no enseñen o que no quieran enseñar, todo lo contrario, el sueño de todo Maestro japonés, de los buenos, es que el alumno aprenda, incluso le supere, forma parte de la idiosincrasia japonesa. El conocimiento es lo que perdura y, con él perdura el Maestro.
Lo que suele ocurrir es que los buenos maestros, aquellos que de verdad llegan a ser mitos, incluso muchos de los desconocidos por el gran público, no explican ni enseñan lo que para ellos es obvio, ocurre que ellos no aprendieron del modo intelectual y racional que nosotros, occidentales del siglo XXI, demandamos, ellos aprendieron con la práctica, a veces, más de las que se cuenta, con la práctica en las calles de los barrios bajos y, por tanto, muchas veces ni siquiera son conscientes de lo que hacen, no saben racionalizarlo y explicarlo, sencillamente porque no lo analizan, símplemente lo ejecutan.

Por tanto, lo primero que se debería intentar es abrir los ojos, quiero decir observar sin prejuicios, intentando percibir todo detalle por mínimo y futil que parezca y confrontar esa información con otras experiencias y manifestaciones.

Propongo un experimento.
Presten atención a esta obra de teatro Kabuki, especialmente a partir del minuto 2:40.
Aparte de los excelentes movimientos de Batto-Jutsu, en los que se puede apreciar algún Atemi, seguro que se ha pasado por alto un par de movimientos Aiki, no Aikido, sino técnicas de proyección aprovechando la inercia del adversario:
Si se investiga en esas técnicas, se quedará con la idea ilusoria de que han sido realizadas con la tsuba de la katana, dado que el actor no la suelta en ningún momento (Claro que es teatro y, por tanto una coreografía, ello no resta un ápice de realismo a la escena, dado que, como ya apunté anteriormente, los movimientos deben ser reales para no ofender a los practicantes según la etiqueta japonesa),
Cierto que en Kumiai de Kendo, cuando ambos contendientes chocan con los sables y se juntan en cuerpo a cuerpo, esta técnica puede hacerse con la tsuba, pero no es el caso, si se presta un poco de atención, se observa que es realizada con el brazo y, especialmente, el hombro.

Esta forma de proyección, es muy utilizada por (personalmente) uno de los mejores exponentes del Aikido, Gozo Shioda. Y digo que es mi punto de vista personal, sé que muchos Aikidoka reniegan de él y no creen que lo suyo se Aikido puro. Bueno, no entro en esa diatriba.

En este vídeo de demostración, se peca de la connivencia de Uke, sus caidas son espectaculares, un pecado propio del Aikido que prefiero pasar por alto, de momento, puesto que lo interesante no está en el movimiento de Uke (el que cae o "recibe" la técnica) sino en el modo de ejecución
Viendo el vídeo al completo, se observa que ninguno de sus alumnos (desgraciadamente) tiene su misma técnica, tan solo Gozo Shioda tiene el cuerpo tan relajado que utiliza todas sus articulaciones en cada movimiento.
Hay algunos cuestionables, no lo dudo, pero no se trata de criticas, sino de abrir los ojos y extraer (robar) lo bueno y aprovechable de cada Maestro y, en esto, Shioda es uno de los grandes. Utiliza los hombros para ganar inercia en la proyección:
Si se presta atención al detalle, puede verse como utiliza un par de "trucos":
  • El hombro derecho "guia" y da impulso a la proyección
  • La cadera izquierda realiza el giro desequilibrando a Uke.
Sin embargo, su técnica apenas guarda relación con el Ippon Seoie Nage de Judo aunque, a primera vista sea fácilmente asimiliable, como Judo es malo, pésimo, puesto que la cadera no se sitúa por debajo para realizar el lanzamiento. tampoco hace ningún barrido tipo Tai Otoshi o alguna variación, la técnica está en el hombro, al bajarlo y empujando con la cadera izquierda crea un círculo diagonal, tangente al ataque, que provoca la caida.

Recomiendo ahora que vuelva a visionarse el vídeo con atención, se verá perfectamente como en casi todos sus movimientos, el hombro juega un papel importante y compárese con la escena del teatro Kabuki para comprender como no es algo aislado, sino constante.

Nota al margen: Puede verse como en algunas de sus técnicas, el movimiento final es un Shuto o Tegatana, sin embargo, en un comentario a una técnica parecida vista en Youtube, un (claramente) ignorante, lo llamó despectivamente "colleja de la muerte"... Esto indica como la mayoría de las veces criticamos las cosas tras verlas con una venda en los ojos.

Estoy convencido que si se le preguntase directamente a Shioda (en el supuesto de que siguiese en este mundo) por esta técnica, no la sabría explicar, incluso no corregiría nada en ese sentido, sin embargo ahí está, a la vista de todos, solo hace falta abrir los ojos para verla... y con ello desterrar "las técnicas secretas" para siempre.

 
El verbo Kakeru (掛ける) tiene varias acepciones, sin embargo, aplicado al Budo significa literalmente "atrapar" y por deformación de los kata es una de esas técnicas que hoy aparecen como "imposibles". "Es imposible atrapar un puño o brazo que ataca". Nada más lejos de la realidad, solo que requiere una gran habilidad técnica y táctica y "olvidar" los prejuicios impuestos por la ejecución moderna de los kata de karate-do.

Veamos ejemplos para analizar convenientemente esta técnica.
Sin entrar en críticas ni observaciones subjetivas, que no es el objetivo de este blog, puede apreciarse que la técnica Kakete se hace con la mano abierta, sin embargo los dedos tienden a estar juntos, esto es una "deformación estética",  en estas circunstancias es físicamente imposible "atrapar" algo con las manos.

Observese con detenimiento el Kata Unshu, realizado en el Campeonato Europeo de 2005:
Supongo que se habran observado, especialmente los primeros movimientos y como todos aquellos que se ejecutan con la mano abierta tienen la palma totalmente cerrada.
Ahora compárese con esta danza Kyomai, un tipo de baile tradicional y cortesano japones:
El primer movimiento es absolutamente similar, la bailarina lo realiza con los dedos juntos, igual que todos aquellos movimientos que realiza movimiendo sus manos, en otras ocasiones las manos quedan escondidas en la manga del kimono. Hay muchas más coincidencias, pero el punto de atención está en el Kakete.

Como es fácilmente comprobable, la técnica que se ejecuta en Kata, tiene su origen en el sentido estético japonés, según el cual, es más elegante un movimiento con los dedos recogidos y las palmas extendidas que con las manos en forma de garra tal y como puede apreciarse en esta otra danza (La Danza del Leon) ejecutada por un actor Kabuki
Hay una diferencia, dos para ser exactos, entre estas danzas:
  • La primera es realizada por una mujer, luego sus movimientos han de ser más "refinados" y "elegantes", pero además, se trata de una danza cortesana, dirigida a gente noble y culta que, por tanto, repudia los movimientos "demasiado obvios".
  • El teatro Kabuki, en cambio, es la forma teatral más popular, dirigida al gran público y, además está representado por un hombre que encarna las características guerreras, por tanto sus movimientos son más vigorosos y "agresivos".

En el momento en que la ejecución de Kata en Karate-Do comenzó a tomar elementos estéticos, lo hizo basándose en el refinamiento de las danzas y formas teatrales cortesanas, o mejor, dirigidas a la clase media-alta, de ahí que, aunque con el tiempo hayan tomado "actitudes militaristas o marciales", su ejecución resulte "elegante".

La técnica Kakete (掛手)

En términos realísticos, hay varias formas de realizar este movimiento, la más conocida la forma utilizada en kata, la diferencia básica consiste en mantener el dedo pulgar abierto, oponiendo a la defensa el canto de la mano para evitar que se lesiones
Kakete en Kata
Kakete agarrando
Como puede compararse la diferencia es mínima, resultaría más obvio si, en el segundo caso se ejecutase con los dedos aseparados y con el gesto de agarrar, lo cual se hace en alguna escuela, sin embargo es notoria la "elegancia estética" (según el canon japonés ya comentado) del primer caso.

De la misma forma resulta totalmente imperceptible, el eje sobre el que la mano realiza el giro,
Si el giro se hace sobre el eje central de la mano, el ángulo de desvío del ataque es mínimo, mientras que si se realiza sobre el eje imaginario formado por el dedo índice, el ángulo es mayor y el agarre más fácil.

Otros detalles que pasan, generalmente desapercibidos es el modo en el que la técnica es ejecutada. A saber:
  • Si se hace golpeando o de un modo "seco",  el desvío es mayor, pero aumenta la dificultad de agarre.
  • Si se realiza de forma "deslizante" el desvío es menor pero con más posibilidades de atrape.
  • Si la técnica se realiza en un mismo plano (el nivel medio suele ser el estándar) el adversario no pierde la iniciativa.
  • Si, por el contrario, el movimiento termina en un nivel o plano más bajo, se produce un desequilibrio del adversario.
  • Si el movimiento es rectilíneo se gana en rapidez de contraataque.
  • Si el movimiento es circular, se gana en posición estratégica sin perder rapidez.
Como se ha apuntado repetidamente en este blog, dos situaciones conflictivas o agresivas no son iguales y es imposible estudiarlas y preveerlas todas, por tanto, quedan aquí estas notas como base de un estudio personalizado, en el que cada quien, según su escuela y características físicas la adapte a cada situación.
 

Introducción

De los millones de mitos que existen sobre la práctica del Budo, uno de los más extendidos y relevantes es el de "Las Técnicas Secretas". En realidad tal cosa no existe ni nunca existió o, siendo preciso en el lenguaje, no en el sentido que se le da hoy día.

Para entender el concepto, hemos de remontarnos al Periodo Medieval japonés, en el que los clanes guerreros, liderados por todopoderosos Daimyo dirigían a sus ejércitos de samurai y ninja en campañas para conquistar poder, gloria y (sobre todo) terrenos y riquezas.
Los clanes son, por definición, "asociaciones" de familias, todas bajo el mando único del líder del clan. Por tanto tenemos una división, una estructura social: La familia del Daimyo, los clanes vasallos y las familias de cada clan, todos luchando por una mejor posición y supremacía. Un clan podía decidir cambiar su lealtad en cualquier momento y aliarse con otro Daimyo, especialmente si dicho clan tenía cierta fama como guerreros poderosos y aquí es donde entran directamente las Okuden.

La supremacía, fama y relevancia del clan y familia se decidía en el campo de batalla. Un guerrero que sobresaliese por su arrojo y número de victorias daba honor, gloria y fama a su familia y, de paso, a su clan. Era una costumbre muy extendida retar al enemigo en el campo de batalla, para ello gritaban su nombre, el de su familia y el clan al que pertenecían antes de enfrentarse en combate singular a muerte o contra varios enemigos al mismo tiempo. Su victoria le reportaría honores que, habitualmente, llevaban parejos terrenos y renta adicional.
Por tanto, su entrenamiento en tácticas y técnicas individuales, con vistas a conseguir la victoria en cualquier circunstancia, les llevaba a desarrollar sutilezas de movimientos, estrategias simples pero contundentes que les capacitasen para resistir las grandes batallas. Este entrenamiento se llevaba a cabo en el seno de la familia (Otome-Ryu) o del clan bajo la supervisión del Maestro de Armas (Shihan) y, por supuesto, quedaban relegadas únicamente a sus miembros, de forma que estos entrenamientos se dividían en una especie de "materias comunes" y "la especialización en el Ryuha", esta especialización, solo para ya practicantes avanzados era el nivel Okuden.

Tras, primero la unificación y pacificación de Japón por Ieasu Tokugawa, lo que llevó a la disolución de todos los clanes que se habían posicionado en contra de éste y, más tarde, la abolición de la casta social samurai tras la Restauración del poder al Emperador Meiji, se abren los primeros "Dojos Públicos" y las artes marciales dejan a un lado su elitismo y se abren a las masas.
Sin embargo se mantiene la tradición de dividir el sistema en dos o tres fases, siendo la última y más elevada la enseñanza de métodos sutiles, "finos", muy elaborados pero que escapan al ojo: el Okuden, que queda reservado para aquellos que demuestran una buena disposición a no usar las técnicas y tácticas para sojuzgar y someter a otros.

Así han llegado hasta nosotros. Las técnicas están todas ahí, incluso las Okuden, en los Kata y en los movimientos más básicos, para encontrarlas tan solo se necesita un entrenamiento crítico, en el sentido de "pulir" cada movimiento hasta el máximo y un buen guia que sea capaz de orientar al practicante en la búsqueda correcta.
En este sentido existe un problema, un matiz importante. Cuando las artes marciales comienzan a expandirse en occidente, son muchos los Maestros que viajan con ese propósito, pero no todos ellos fueron practicantes avanzados o iniciados en el nivel Okuden. Algunos, por el espíritu de entrenamiento crítico, llegaron a este nivel, pero no se puede afirmar que todos llegaran.
Si estos Maestros no pudieron transmitir estas técnicas y tácticas, la generación de sus alumnos menos y así se fueron perdiendo para la mayoría y se creó el mito de "Técnicas Secretas" que estaban únicamente en manos de aquellos Maestros y Practicantes japoneses de la antigüedad y que eran celosos de tales conocimientos.
La práctica deportiva impuso sus reglas y, para bien o para mal, quedaron como "lo estándar", de modo y manera que estas Okuden de las que hablamos quedaron en el olvido y relegadas a la categoría de "Leyenda", en el mejor de los casos revestidas de un misticismo y hermetismo que nunca existió. Un ejemplo claro puede extraerse del Judo. Hoy día está bastante extendido mundialmente, sin embargo, prácticas como el Kuatsu (técnicas de reanimación), o las técnicas de luxación de cuello, incluso las técnicas de Atemi (golpeo) están absolutamente perdidas y tan solo unos pocos las conocen. El Kuatsu, concretamente ha derivado hacia "formas pseudo místicas de manipulación de la energía" cuando, en origen, eran tan solo manipulaciones sobre el sistema nervioso para paliar los efectos de técnicas como estrangulaciones o ataques a los sistemas nervioso y visceral, por ejemplo la pérdida de conocimiento por dolor o falta de aire debido a la presión en el diafragma.

¿Está todo perdido?

La respuesta es NO, pero hay que saber qué se busca y donde buscar.

Lo primero que hay que tener claro es que No Existen los Secretos, la tradición japonesa se conserva, no en vano, el pueblo japonés, hasta el momento, es y ha sido muy celoso de su cultura y tradición por lo que si se observa con ojos abiertos y atentos determinadas manifestaciones culturales, pueden encontrarse multitud de claves que parecen "escondidas" (traducción más correcta del término Oku 奥).
Veamos algunos ejemplos tomados del teatro Kabuki:
El teatro Kabuki basa sus obras en historias épicas, hazañas de samurai famosos con trazos de leyenda que servían para "adoctrinar" al público en las virtudes al uso: valor, honestidad, lealtad... Muchas veces tomaban un cariz cómico ridiculizando "a los malos" y exagerando movimientos dotándolos de vistosidad, no hay que olvidar que es una forma teatral.
Sin embargo, era un espectáculo popular, al que asistían también miembros de la casta samurai, por tanto, no cabían movimientos falsos ya que, en aquella época, un miembro de esta casta podría sentirse ofendido y acabar allí mismo con la vida del actor.

Esto quiere decir que, aunque exagerados, los movimientos de artes marciales están ahí. Observénse con atención los movimientos de defensa a partir del minuto 00:55 hasta el 01:03 en los que el protagonista desvía las lanzas proyectando a sus atacantes.

En el minuto 01:12 encontramos las técnicas de Tai Sabaki perfectamente ejecutadas, igualmente resulta muy didáctica la escena en el minuto 02:31 en la que sostiene un combate individual. A partir del minuto 04:40, el actor principal realiza una serie de movimientos conocidos en artes marciales como "Tsuri Age Uke", en el que se desvía el ataque con un simple gesto de mano.

Ciertamente se opondrá el argumento de que es una coreografía y lo es, que todo está exagerado incluso humorísticamente, es cierto. Sin embargo, para el que mire con ojos atentos podrá observar las posiciones, la estabilidad y los gestos precisos con que el actor protagonista maneja la batalla y podrá reconocer las diferentes técnicas y tácticas reales.
Igual se puede decir de esta escena tomada de la obra "Los 47 samurai" en la que el movimiento de Tsuri Age se aprecia aún mejor.

Tsuri Age

Este movimiento está semiolvidado por su dificultad y la cantidad de matices y sutilezas que conlleva en la realidad, ya fuera de escenificaciones.
Hoy dia es una técnica avanzada de Kendo que consiste en desviar el sable (Katana) justo en el momento en que desciende a Men (corte a la cabeza) para enlazar con otro golpe. Sin embargo, resulta ser una técnica muy versátil cuando se hace correctamente estando desarmado para desviar mínimamente cualquier tipo de golpe pudiendo encandenar un kakete (agarre de mano) o cualquier otra técnica de contraataque tan rápidamente que el adversario no tiene oportunidad de evitarlo.

La dificultad está en varios puntos, primero el "Timming", el contacto y consiguiente desvío ha de ser justo en el momento en el que el ataque ya no tiene "vuelta atrás" y el adversario tiene el convencimiento de alcanzar su objetivo; la segunda dificultad reside en que se trata de un movimiento en dos tiempos: uno en el que la mano o el brazo contacta en el plano vertical con el ataque y un segundo en el que se produce un giro para desviar, incluso desequilibrar, el ataque y al adversario; el tercer punto de dificultad consiste en realizarlo de forma totalmente suave y relajada sin cortar ni frenar la inercia inicial del ataque.

Es por tanto un ejemplo perfecto de Okuden. El ojo humano no percibe, a velocidad real, tantas sutilezas en un solo movimiento que, por otra parte, se realiza en milésimas de segundo, por lo que el observador percibe un choque que no existe en el mejor de los casos, la mayoría de las veces ni tan siquiera logra percibir y entender qué y cómo ha sucedido.

    Autor

    El Cuervo o Cayetano Sanchez, practicante de Artes Marciales e investigador en japonología, experto en diferentes aspectos de la cultura japonesa y manifestaciones artísticas


    El libro que recoge los principales conceptos del Budo con la interpretación occidental y analítica de El Cuervo.
    Disponible en versión digital e impresa:

    Edición Digital en: Amazon, Google Play, Google Libros y Scribd.
    Edición Impresa en: Amazon, Create Space, Google Libros y Google Play.

    The concepts and sentences related with the martial artes, since the western and analytic look of El Cuervo.
    Avaible in digital and printed edition:

    Digital Edition, English version in: Amazon, Google Play, Google Books, y Scribd.
    Printed Edition, English version in: Amazon, Create Space, Google Play y Google Books.

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