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Estilo Bunjin (文人)
El estilo Bunjjin (Literato, hombre de cultura) es una forma de Ikebana que representa un cuadro o un poema, depende del caso, de la intención del autor. Se separa por tanto, un poco del formalismo religioso que tradicionalmente conlleva este arte, pero no por ello rompe sus reglas estéticas, sencillamente las adapta para dar una forma y significados diferentes.
Por ejemplo, puede crear un ikebana imitando un Haiku (forma poética japonesa) estableciendo la misma cadencia armónica (5-7-5) que en el caso del poema serían sílabas y en el Ikebana los diferentes elementos que lo componen (5 ramas, 7 flores, 5 hojas, por ejemplo). A la hora de hacer una composición pictórica, se toma como referencia las aguadas, tanto chinas como japonesas, de modo que las líneas de fondo se colocan evocando las cumbres de una montaña o nubes en la lejanía, las de delante darán la perspectiva trazando un camino y, en el centro, se sitúa el motivo principal, personas o elementos naturales. |
Inicio
En esta época los ciruelos comienzan a brotar, es un buen material para construir un ikebana que refleje la estación y momento en que nos encontramos.
Elegimos ramas que, por su curvatura nos hagan evocar un dibujo o pintura y que contengan brotes de las flores para realzar tanto su belleza como el ritmo de las curvas. |
ResultadoTras el trabajo de estilizar y resaltar las líneas que nos interesan, el resultado final es el que vemos.
La rama trasera y principal (Shin) cumple la regla de la forma vertical formal, ya que su punto más alto se corresponde con el punto de la base, sin embargo, sus curvas y ramas secundarias evocan el perfil de las montañas difuminadas de las aguadas japonesas. |
Resultado final
Los últimos retoques se realizan en el lugar donde se coloque, de forma que todo el conjunto (ikebana, fondo, lugar) armonice y dé sentido al ikebana.
De esta manera se consigue el principal objetivo del Ikebana: Hacer renacer las flores.
En el origen se colocaban dos: uno con la última línea apuntando hacia la derecha y otro a la izquierda, en el centro y por encima, la imagen de Buda, con ello se establecía el triángulo místico. Las flores y hojas se orientaban hacia el centro de la composición. poniendo así de relieve que "la Luz proviene de Buda".
Hoy, desprovisto del contenido místico-religioso y dada su popularización por la que es practicado por toda clase de gentes de diferentes culturas y creencias, se mantiene la regla de orientar las flores y hojas hacia arriba, manteniendo el aspecto natural. Es decir, las hojas y flores crecen en su estado natural hacia la luz del sol, respetando esa tendencia, hay que tener cuidado en colocarlas de la misma forma en que se encuentran en su estado silvestre, de otra forma obtendríamos un resultado totalmente artificial e inarmónico.
De esta manera se consigue el principal objetivo del Ikebana: Hacer renacer las flores.
En el origen se colocaban dos: uno con la última línea apuntando hacia la derecha y otro a la izquierda, en el centro y por encima, la imagen de Buda, con ello se establecía el triángulo místico. Las flores y hojas se orientaban hacia el centro de la composición. poniendo así de relieve que "la Luz proviene de Buda".
Hoy, desprovisto del contenido místico-religioso y dada su popularización por la que es practicado por toda clase de gentes de diferentes culturas y creencias, se mantiene la regla de orientar las flores y hojas hacia arriba, manteniendo el aspecto natural. Es decir, las hojas y flores crecen en su estado natural hacia la luz del sol, respetando esa tendencia, hay que tener cuidado en colocarlas de la misma forma en que se encuentran en su estado silvestre, de otra forma obtendríamos un resultado totalmente artificial e inarmónico.