Quizás se deba a que de un tiempo a esta parte ando investigando documentación antigua del estilo que practico, el caso es que me encuentro especialmente sensible ante determinados temas como la "evolución", el Bushido, las escuelas, estilos y demás aspectos relacionados con la transmisión de las escuelas tradicionales sus métodos y sistemas de enseñanza.

En mis investigaciones, no puedo evitar encontrarme con información publicada por otros colectivos que practican (o dicen practicar) el mismo arte marcial, la misma escuela que yo y no puedo por menos que sentir vergüenza ajena y propia de lo que se allí se lee.

Confieso que siempre he sido y seré demasiado inconsciente, impaciente y ávido de conocimientos (algunos piensan que de notoriedad también) y debido a ello caí en mis primeros años en los mismos pecados que ahora leo, incluso debo confesar que alguna responsabilidad tengo en el caos informativo que existe. Mea culpa.

Que las artes marciales japonesas en general y los sistemas Ju (柔) o "suaves", es decir basados en luxaciones y proyecciones, tienen un origen samurai es una perogrullada de la que resulta incluso pedante vanagloriarse. Otra cosa muy distinta es que se aplique una correlación entre "practicar una actividad de los samurai" con "pertenecer a esa extinta clase social". Sería algo así como confundir "tener dinero en el banco (hacer uso de sus servicios)" y "ser banquero", obviamente no es lo mismo.

Sin embargo observo con una mezcla de rubor, desasosiego, ira, carcajadas y cosas parecidas, como personas que intentan parecer eruditos dando toda clase de datos "históricos" e invocando "conceptos superiores" o "valores transcendenes" tomados del código Bushido, faltan totalmente a la verdad... incluso a sabiendas. Y hago esta crítica, repito, siendo consciente de que yo caí en el mismo error, por desconocimiento, falta de datos e incluso porque se me facilitó información no veraz.

Por poner un ejemplo, siempre se ha afirmado, incluso por el propio Soke de la escuela, que su fundador fué alguien llamado Oni Kojima (omito el apellido por discrección), el resto es fácilmente deducible: la escuela continuó, luego el clan o familia no fué disuelto por Tokugawa Ieyasu, de lo que se infiere que este clan o familia no estuvo en contra de su shogunato. Si no estuvo en contra, lo más probable,  estuvo a su favor dado que no consta que ninguna de las familias samurai se mantuviese neutral en el conflicto que dió origen al shogunato.
Bien, disculpeseme el razonamiento tan largo, pero es revelador. El caso es que, a la vista de los documentos que estoy manejando actualmente, nunca existió alguien con ese nombre en la dirección de la escuela, como tampoco es cierto que siempre fuese parte del legado familiar estrictamente hablando. A partir de ahí cae el resto de la argumentación.

Por tanto, a mi juicio, insistir por activa y por pasiva en unos datos no corroborados y mantener contra viento y marea que son ciertos hace que se caiga en la prepotencia y la vanidad, además de en la falsedad, algo que va totalmente en contra de esos "valores universales" que se predican.

Pero este blog no va de eso... va sobre Okuden (el nivel interno, interior, "secreto", íntimo).
Lo que he relatado tiene que ver, aunque no lo parezca, sobre Okuden en el sentido más tradicional del término.

Desgraciadamente para sus practicantes, mi escuela está actualmente fragmentada en grupos independientes y todos reclamamos y proclamamos nuestra "autenticidad". No voy a entrar en esa "guerra" que no interesa a nadie, tan solo lo cito por si alguien se ve reflejado.
El caso es que, desde siempre, se ha mantenido como dogma una serie de movimientos que se originan en un ataque y una primera respuesta con Uke Waza. Siempre me chirrió, debo decirlo, aunque no tenía argumentos ni conocimientos suficientes para rebatirlo, así que mi trabajo de investigación técnica me llevó al Tsuri Waza, un movimiento muy utilizado en Kendo. Los documentos históricos me proporcionan un nuevo concepto: Hoshu Te (
捕手) del que jamás (como supongo que la inmensa mayoría) había oído hablar y que, sin embargo, parecen formar uno de los pilares en los que se asienta mi escuela.

Y aquí es donde comienza el Okuden...



La imagen corresponde a un Makimono, un pergamino que recibe varios nombres, pero que es conocido por el genérico que significa literalmente "cosa enrollada" o "rollo de papel". Suele ser una especie de "acta de la escuela", donde quedan registradas las bases fundamentales, los distintos maestros y las aportaciones que se van haciendo, por ejemplo técnicas tomadas de otro estilo o conceptos que se añaden. Dicho de otra manera, una historia de la evolución de la escuela y que se entrega al máximo responsable de la escuela, aunque existen otros Makimono, los Menkyo Kaiden, que son una versión "light" de éstos, no su copia literal que se entregan en señal de "haber aprendido todo lo relativo a la escuela".

Aclaro que esta forma de transmisión no es exclusiva de las artes marciales, existe en todas las actividades más o menos creativas japonesas, incluyendo, por ejemplo, la fabricación de kimonos (es solo un ejemplo, no sé si en este caso concreto existe).

El caso es que parece demasiado obvio que solo quien tenga acceso directamente a él y pueda leerlo e interpretarlo correctamente, tiene acceso al verdadero Okuden. Tradicionalmente, solo los Soke lo poseían y guardaban como un tesoro, siendo el objeto o propiedad más importante de la casa. Sinceramente no sé si sigue siendo así en la actualidad, aunque deduzco que en la mayoría de los casos sí lo es.

Igualmente me parece demasiado obvio que únicamente quien tenga acceso, pueda leerlo, interpretarlo y entenderlo correctamente, tiene datos objetivos para decir "qué es" y "qué no es" en esa escuela concreta, lo que no da es juicio para discernir lo relativo a otras escuelas o artes marciales.

Sin embargo, siguiendo la lógica japonesa, esta información no se da ni se deja vislumbrar a quienes no tienen los conocimientos necesarios. Me explico: La mentalidad japonesa se asienta en ese concepto abstracto que se suele definir genéricamente como -Do y que no es otra cosa que la experiencia directa, es decir, el estudiante o ávido de conocimiento, debe experimentarlo por sí mismo máxime cuando estamos hablando de habilidades y destrezas en los que de nada sirve el conocimiento intelectual, por tanto se restringe el acceso intelectual favoreciendo la experimentación, lo cual no deja de ser una forma más de filtro ya que si meramente se dedica a la repetición de lo que ve, no se está "experimentando por uno mismo", tan solo se está imitando y el Arte no consiste en imitar, sino en crear.
Por tanto, el conocimiento intelectual se deja para quien ha alcanzado un cierto nivel de experiencia propia y está en "el camino" para poder llevar el conocimiento de la escuela un paso más allá, lo cual implica evolución.

No todo es "bonito", el sistema es perverso aunque no dudo que fuese efectivo en la Edad Media. Limita la capacidad de análisis técnico y conceptual tan solo a unos pocos "elegidos" que serán quienes tengan todos los datos para poder afirmar o negar, situándolos muy por encima del resto, aún cuando haya otros más capacitados que ellos, técnica e intelectualmente, pero que dado el nivel de internacionalización de las artes marciales en general, puedan ser totalmente desconocidos para la "élite". Lo cual favorece el orgullo y la vanidad, el ego, por pertenecer a "los elegidos", en contra de la humildad que preconiza el Bushido.
Se debe confiar ciegamente en el criterio de una sola persona: el Soke que, sin embargo, puede que no sea objetivo, por el contrario, que sea fácilmente manipulable por una u otra razón, más aún en sistemas endogámicos como son las Otome-Ryu (entre las que se encuentra mi escuela) dado que su objetividad se vé limitada por la visión parcial de la familia, clan o feudo.
Por otra parte, impide la transmisión correcta del conocimiento a los occidentales por varias razones:
  • Suelen estar escritos en japonés antiguo, especialmente en el caso de los Koryu, ya que era el estilo de escritura de los intelectuales y eruditos de la época, además de utilizar kanjis específicos para la ocasión, por ejemplo los números: tres, san, en japonés corriente se escribe 三, sin embargo en este tipo de documentos se escribe 参
  • Utilizan figuras poéticas para describir técnicas o movimientos, algo también propio de una época en que eso era una prueba de refinamiento entre las clases altas e intelectuales, por ejemplo el Kata de Karate Gankaku que significa "Grulla en la roca" o Unshu que significa "Mano como las nubes" o la técnica Tani Otoshi "caída en el valle", de tal forma que sin las claves culturales de la época es francamente difícil, por no decir imposible, lograr entender correctamente el significado de tales conceptos abstractos.

No pretendo pintar un panorama desolador. No es imposible acceder a las claves del pensamiento japonés, tan solo hay que abandonar por un momento la mentalidad occidental y contemplarlo como lo que es: tan solo una forma más de ver e interpretar el mundo que nos rodea.

No hace mucho, alguien me pedía que le recomendase lectura sobre artes marciales que no fuesen los consabidos Gorin no Sho, Hagakure, etc..., no lo dudé y le recomendé que leyese acerca de la Ceremonia del Té. Parecería que le estaba tomando el pelo, pero no es así.

La forma cultural más refinada de Japón es la Ceremonia del Té. Un maestro de Chado debe ser hábil en algo que pasa desapercibido: crear un ambiente. Para ello debe dominar todas las claves culturales incluso sociales, de forma que el invitado (Okyaku sama) se sienta cómodo y se relaje olvidando por un momento todos sus problemas y quehaceres.
Para ello se elige cuidadosamente hasta el más mínimo detalle, desde la caligrafía que decora la pared hasta el kimono que se usa, pasando por cada uno de los utensilios que se utilizan. Un ejemplo: se trata de recrear la primavera, para ello se elige una sencilla caligrafía con una sola palabra: Semi (
蝉) que significa cigarra, se coloca un arreglo floral de flores silvestres y se utiliza un kimono de colores alegres sin llegar a ser chillones. El invitado al entrar, mediante estos elementos, evocará inconscientemente un campo en primavera y se sentirá relajado...

Así funciona la mentalidad japonesa: Okuden.

 
Decía uno de esos Maestros de verdad, que "lo más importante para aprender artes marciales es tener flexibilidad mental". Otro dijo: "se necesita tener ojos para poder ver"... ¿Qué conclusión se puede extraer? Personalmente opino que tienen razón, toda la razón, y que es imprescindible mirar sin prejuicios, con la mente libre y dispuesta a aprender de quienes saben, algo que a pesar de ser absolutamente lógico y de sentido común, no es lo más habitual...
Ocurre con demasiada frecuencia que, ante un movimiento cualquiera, el espectador o lector afirma categóricamente algo como "eso es XXX-Do" o "es ineficaz" o "es maravilloso". Las comparaciones son siempre odiosas, decimos en España, pero más cuando esa comparación se hace en función de lo que uno ya conoce. Es decir, se está creando un juicio partiendo de unas premisas preestableciadas y que no tienen por qué ser verdaderas. Es lo que se llama Prejuicio o Sesgos Cognitivos.

Un sesgo o prejuicio cognitivo se define como: " un efecto psicológico que produce una desviación en el procesamiento de lo percibido, lo que lleva a una distorsión, juicio inexacto, interpretación ilógica, o lo que se llama en términos generales irracionalidad, que se da sobre la base de la interpretación de la información disponible, aunque los datos no sean lógicos o no estén relacionados entre sí.
La existencia de sesgos cognitivos surge como necesidad evolutiva para la emisión inmediata de juicios que utiliza nuestro cerebro para asumir una posición rápida ante ciertos estímulos, problemas o situaciones, que debido a la incapacidad de procesar toda la información disponible se filtra de forma selectiva o subjetiva"

Dicho de otra manera, aquello que ya es conocido condiciona la interpretación de la nueva información llevando al individuo a un juicio erróneo, es lo que se llama Sesgo de Confirmación, es decir, que el cerebro busca solo la corroboración de las propias creencias, así si se piensa de antemano que lo más eficaz es el llamado "Atemi previo", se considerará ineficaz técnica que no conlleve ese atemi, igualmente se puede decir que los amantes del Karate, considerarán "absurdo", utilizar técnicas Aiki (que no Aikido) cuando puede resolverse mediante un certero y potente Atemi y, el propio cerebro, construirá todo un razonamiento lógico para demostrarlo.

El otro sesgo o error más habitual se llama "Sesgo de Información", todas las personas solemos tomar la información más acorde a nuestras ideas, rodeándonos incluso de otras personas que comparten ideas similares, con lo cual se refuerza la idea preconcebida creyendo que se ajusta a lo comúnmente aceptado, algo que no sucedería (o sucedería menos) si se recibiese información de otros puntos de vista.

Es decir, en general, se tienen los ojos vendados por las propias creencias, de manera que éstas se autoalimentan en el círculo de nuestros prejuicios y sesgos. Cada quien vé "su arte marcial" como el único eficaz, útil, verdadero o cualquier otro adjetivo que se nos ocurra, lo cual es lo lógico, puesto que, probablemente, sea el que más se adecúa a nuestras características físicas y psicológicas. Sin embargo, esa misma actitud cierra la puerta a nueva información que permita una clara percepción y, con ella, vías de evolución y mejora de la propia técnica.

Quizás se entienda mejor lo que quiero decir con algunos ejemplos.

El Karate de Competición.
Es muy obvio que a quienes les gusta y les motiva esta forma de ver y entender el Karate, encuentran en las competiciones una gran satisfacción y ven a los campeones como grandes héroes, en este contexto, un practicante (no importa el grado o nivel) de una forma de karate más tradicional será percibido como "malo", "tosco", "burdo", en el sentido de que no encaja con el juicio que se posee acerca de los valores éticos y estéticos de la competición.
Así se han perdido técnicas importantes y realmente eficaces como el Tzuki-Uke. Una técnica que consiste en lanzar un golpe de puño que desvía la trayectoria de un ataque en su recorrido. Es una técnica antigua, pero que hoy dia, en una competición, no sería tenida en cuenta por "Ai-Uchi" dado que, el espectador, no percibirá que el primer ataque no ha conseguido impactar, mientras que la defensa con Tzuki sí lo ha hecho.

El Aikido
Las palabras Aikido y Ueshiba parecen estar indisolublemente ligadas, de forma tal que pareciera que todo aquello que se asemeja a las técnicas de Osensei son Aikido y, por el contrario, aquellas que se alejan de esos postulados son "feas", "agresivas", "mal ejecutadas", etc.
Se olvida que Ueshiba Morihei no inventó nada, tan solo transformó algo que ya existía con anterioridad poniendo sus convicciones religiosas en ello. Cualquier estudioso del Aikido, puede comprobar que sus técnicas son diferentes antes y después de la II Guerra Mundial y, si eso no fuera posible, basta con aplicar cierta lógica para comprender que el Daito-Ryu existía mucho antes de que el Aikido fuese formulado.
A fuerza de esta creencia, se da por bueno el postulado contrario: el Jujutsu o Taijutsu deben "parecerse" al Aikido para ser tenidos en cuenta.


Se podrían poner miles de ejemplos de cada una de las especialidades de arte marcial, pero símplemente voy a dejar en el aire un hecho histórico para la reflexión:
Antiguamente, incluso hoy en algunos dojo o gimnasios, era costumbre enviar al alumno aventajado a entrenar con otros maestros, no solamente de la misma especialidad, sino tambien de otras, de forma que, el practicante, tuviese una visión lo más completa posible de lo que "podía" y "no podía hacer", en el sentido de sus características personales. De esa manera, el arte y la técnica evolucionaban y con ellos el propio practicante, sin embargo, hoy... ¿Cuál es la visión que tiene cada practicante de artes marciales?

Mucho me temo que la vista está demasiado enturbiada por demasiadas ideas preconce
 
Ni nos llevemos a engaño ni saquemos las cosas de contexto: Existir existen, o como diría aquel... "Haberlas haylas". Ahora bien, no en el sentido que se suele dar de "Técnicas Secretas" transmitidas en voz baja de Maestro a Alumno preferido o avanzado. Es mejor aclarar y comprender el concepto en toda su extensión y contexto.

Desde el punto de vista racional
El cerebro humano tiene lo que se llama "percepción selectiva", es decir: percibe aquello a lo que presta atención consciente o inconscientemente.

En primer lugar se suele partir de ciertos prejuicios (repito: consciente o inconscientemente), por ejemplo, el Aikidoka siempre percibirá la similitud de movimientos, el Karateka juzgará lo que ve desde el punto de vista de los principios básicos aprendidos, a lo que añadir la predisposición natural. Quiero decir: una persona agresiva percibirá como algo "hermoso" aquellas artes marciales, digamos, crudas, realistas; mientras una persona pacífica lo considerará como algo "feo", lo "hermoso" para ella serán las artes suaves de movimientos armónicos.

En segundo lugar, el afán, predisposición anímica o ansia por aprender hace que el cerebro fije su atención en los movimientos más básicos, digamos para entendernos los movimientos obvios, sin prestar atención a otras sutilezas, por ejemplo en un golpe de Shuto o Tegatana, prestará atención al movimiento global, incluso al punto exacto hacia el que se dirige el golpe, pero seguro que no presta atención al momento de Kime o el leve y sutil golpe de muñeca que se aplica al final, en aplicación del ritmo tensión-relajación.

En tercer lugar ocurre demasiado a menudo que el alumno "busca lo que quiere buscar". Si está interesado en los "puntos vitales", se fijará en el punto en que el maestro golpea, incluso puede que en el ángulo exacto. Si está interesado en perfeccionar su estabilidad, escudriñará los movimientos de pies y cadera... etc.

Por último los propios maestros, los japoneses especialmente. Ellos aprendieron sin explicaciones explícitas, como resultado de una experiencia personal, saben la técnica, la ejecutan a la perfección, pero inconscientemente, por tanto obvian esas peculiaridades técnicas que, para ellos, son naturales, no pueden ser de otra manera... Además de, en general, una escasa formación pedagógica en el sentido de saber qué y cómo enseñar.

Al hablar de Budo y Artes Marciales, nos estamos refiriendo a aprender una serie de habilidades y destrezas, además de ejercitar el cuerpo, cada individuo, cada persona, tiene sus propias características y necesidades, por lo que un entrenamiento colectivo se pierde en generalidades y el individuo (principiante-medio) carece de un criterio suficientemente formado para poder percibir el conjunto y el detalle al mismo tiempo. Si el maestro no le presta la atención que requiere y personaliza la enseñanza, se perderá en el laberinto de conceptos.

Desde el punto de vista contextual
Soy de la opinión (personal y quizás equivocada) de que todas las artes marciales son totalmente efectivas en el plano de la realidad cotidiana. Como este no es el tema que nos ocupa, lo dejo ahí simplemente y que cada quien opine lo que quiera.

Si de verdad son eficaces, entonces estamos hablando de habilidades, destrezas, técnicas que pueden lesionar, herir, incluso matar a otra persona, incluso a sí mismo. Es decir, en términos generales, hablamos de "actividades peligrosas" aunque sea aplicando el legalismo de "Legítima Defensa". Por tanto, el maestro (o profesor, como se prefiera) es responsable directo de a quien enseña qué cosa.

Con toda lógica, debería tenerse un cuidado exquisito para elegir alumnos con suficiente capacidad cognitiva, con un criterio ético suficientemente formado y plenamente consciente de su fuerza, que pueda discernir con claridad lo que está aprendiendo, para poder enseñarle (por ejemplo) a estrangular (Jime-Waza) a otra persona con el mínimo esfuerzo.

Se exigen certificados psicotécnicos y evaluaciones médicas para cosas cotidianas pero peligrosas, por ejemplo conducir; c
ertificados de penales para poder acceder a nociones de tiro con arma de fuego a pesar de (en España) estar absolutamente regulada la compra y tenencia de estas armas. Por lo tanto (siempre bajo mi punto de vista) no puede ser posible enseñar abiertamente como herir, causar un daño grave o la posibilidad de matar.

Desde el punto de vista cultural
La cultura japonesa pasa por ser hermética, el tópico del "desprecio al gaijin (extranjero con connotaciones negativas)". No es del todo exacto, aunque sí tiene cierta base.
Lo cierto es que los japoneses, especialmente los maestros de artes marciales y no marciales, se muestran bastante reacios a enseñar a extranjeros y foráneos, para lograrlo, se debe demostrar sin dejar ninguna duda el verdadero interés por aprender.

En los casos de "Escuelas Abiertas", se enseñan las bases comunes, pero siempre "se queda algo en el tintero" que el alumno tiene que descubrir por sí mismo y si lo hace, pasará al siguiente nivel, ése es el examen, aunque no sea patente. Esto ocurre especialmente en las artes tradicionales.
Personalmente puedo decir que pasé cuatro años practicando las técnicas básicas de Shodo, mi maestra me corregía y me daba muestras que yo trataba de imitar. Cuatro años después, viéndome practicar, se decidió a enseñarme los puntos clave de la escritura con tinta china y dos años después me presentó a su propia Maestra para que me diera una clase magistral.
Una vez que el alumno ha demostrado su verdadero interés por aprender y una capacidad de sacrificio, Paciencia y Tesón para ser precisos en el lenguaje, además de mostrar sus verdaderas intenciones por las que desea aprender esa actividad o arte, puede que se convierta en lo que se llama Uchi Deshi o Alumno Interno, esto quiere decir que se traslada a vivir en casa del maestro, al que ayudará o servirá en las tareas domésticas. (El famoso "dar cera, pulir cera")

Durante el tiempo que permanezca como Uchi Deshi, "vivirá" la actividad, es decir, todo lo cotidiano se convertirá en una forma de aprender. Un Maestro de Karate contaba como aprendía a podar las ramitas de arbustos utilizando técnicas de golpeo en su tiempo como "alumno interno". En mi época de estudiante de Ikebana, mi Maestra aprovechaba los paseos por parques y jardines para mostrarme las líneas naturales y las formas de combinar elementos.

El Camino (Do-Jutsu)
Se habla demasiado a menudo y con demasiada facilidad del término "Do (道)" como un camino espiritual y místico, el problema es que se confunden términos. La religión oficial y autóctona de Japón es el Shinto (神) que significa literalmente "el camino de los dioses" por lo que, a pesar de que el vocablo se aplica con connotaciones budistas, lo cierto es que "todo" lo japonés es un "camino", en el sentido que da, por ejemplo, Machado en su poema "caminante no hay camino..."
El misticismo aquí no tiene mucho que ver con el concepto que se usa para describir el "camino místico" de Santa Teresa de Jesús y otros místicos de nuestro Siglo de Oro, se trata más bien de una experiencia vital que no religiosa.

¿Qué tiene esto que ver con las Okuden? Un poco de paciencia, voy con ello.

Para entender todo el conjunto hay que remontarse hasta finales del siglo XV y principios del XVI, en esa época surge la persona que realmente revoluciona la cultura japonesa: un monje budista y Maestro del Té, llamado Sen no Rikkyu, éste monje es quien comienza a utilizar el vocablo "Do" en el sentido budista del término y aplicado a la enseñanza y práctica de una actividad artística y/o recreativa: la Ceremonia del Té (Chado o Shado), convirtiendo el Jardín de Té en una metáfora viviente y palpable del "Camino", lleno de simbolismos y "obligando" al invitado a recorrer sus distintas fases o etapas antes de llegar al "sancta santorum": el Chasitsu o Habitación de té, donde tendrá lugar la Ceremonia propiamente dicha. Durante todo el recorrido la habitación, la sala, la cabaña en realidad, permanece oculta a los ojos del invitado.

La Cereremonia de Té (Chakai) es la actividad más refinada de toda la cultura japonesa, pero explicarla me llevaría a otro lado, baste decir que las altas y cultas, entre las que los samurai ocupan un lugar preeminente, se aficionan a ella y así se contagian de sus conceptos, especialmente el del Do.

El aprendizaje clásico de un Do sigue las siguientes etapas:
- Una de iniciación llamada Nyumon (entrada) o Shoden (primer nivel) que consiste en la practica repetitiva del Kata (la forma) puliendo hasta el mínimo detalle. Esto se hace por imitación.
- Una segunda llamada Chuden (nivel medio) en la que se entiende que el practicante asume la forma como propia, que los movimientos le son totalmente naturales y en la que se van añadiendo pequeños detalles como la integración de otros elementos que van conformando la estructura total.
- La última etapa se llama Okuden (nivel interno) en la que el estudiante debe introducir su propia personalidad en cada movimiento, en cada detalle sin romper ni desviarse de la esencia del arte. Es decir, trascender de la forma para quedarse con la esencia.

Una vez superadas estas tres etapas se entrega el Menkyo Kaiden o diploma/certificado de transmisión, que significa que el estudiante ha aprendido "el camino" y ahora debe recorrerlo solo.

En resumen:
Okuden existe, está "oculto" que es diferente a "secreto", es la esencia, el principio básico o como se le quiera llamar, del arte/actividad que se practica. Encontrar esa esencia forma parte de la experiencia personal de cada individuo.

Para ello hay que "vivir" esa actividad, arte marcial, no en el sentido de practicar contra adversarios reales, aunque es otra manera, sino de "pensar" con la mentalidad de un guerrero. Con un ejemplo quizás se entienda mejor, si se ha intentado aprender otra lengua que no sea la materna, se habrá comprobado que, al principio se tiende a traducir literalmente, de forma casi inconsciente primero se piensa la frase en la lengua materna y se traduce al idioma que se quiere expresar.
Pasado un tiempo y mucho estudio y práctica se aprende a "pensar en otro idioma", de forma que el cerebro ya no traduce, sino que se expresa directamente en la lengua aprendida, incluso añadiendo giros idiomáticos propios y juegos de palabras. En este caso se ha llegado al Okuden del idioma.
 
Ikken Hissatsu es uno de esos axiomas japoneses que significan una cosa y terminan convirtiéndose en otra.

Su Leyenda tiene su parte de verdad y su parte de exageración, como todas las leyendas. En realidad, el axioma o teoría, según se mire, ya había sido formulada antes de que los okinawenses sufrieran la invasión japonesa, en forma de la frase "
Tsune ni ite, kyu ni awasu", de muy difícil traducción pero que viene a significar "estar preparados en cualquier momento", de esta frase, en concreto el verbo "awasu", se extrajo el concepto "Iai" que dió origen al Iaido.

Ikken Hissatsu significa literalmente "un puñetazo, muerte inevitable", quizás por eso, algunos autores prefieren decir "Ichi geki" (un ataque) por ser más general y adaptarse más a la realidad puesto que de esta manera la frase quedaría como "un ataque, muerte inevitable", algo que sí era practicado en las artes de katana tal y como muestra el gran director Akira Kurosawa en una de sus obras maestras: "Los siete samurai":
En la escena puede verse la aplicación práctica de la teoría Ichi geki, hissatsu, un solo corte y el contrincante es abatido.

El origen de esta leyenda nace la certeza de que el Maestro del padre del Karate moderno, Anko Itosu, creía en que era posible y del que se cuenta que llegó a destruir una pared en su búsqueda constante de Ikken Hissatsu, por lo que muchos de los seguidores del Shuri-Te continuaron su labor y así se extendió el rumor y se convirtió en una de las Técnicas Okuden falsas, origen del mito de las "técnicas secretas".

Más allá del mito...

Ikken Hissatsu es en realidad una estrategia de combate que se aplica tanto en grandes ejércitos como en combate individual, no un golpe en sí mismo.

A finales del siglo XIX surge una teoría militar acerca del "Golpe Supremo", según la cual un golpe (entiendase una victoria en una batalla) dado en el momento y lugar preciso, daría como resultado la victoria total, sin importar el tipo de ejército, armamento o soldados.
Esta teoría, tan semejante a la utilizada por los antiguos ejércitos samurai, cuaja en el Estado Mayor japonés quien la pone en práctica por primera vez en la Guerra Ruso-Japonesa (1904-1905) en la que una flota más pequeña, pero superior en velocidad y potencia de fuego intercepta al grueso de la flota del Báltico, al mando del almirante 
Rozhdestvenski, en el estrecho de Tsushima, entre Corea y Japón, destruyendo los ocho acorazados de que disponía y el grueso de la flota rusa.
Esta batalla marcó la rendición de Rusia.

La misma táctica impulsó el ataque a Pearl Harbour, aunque el resultado fué el contrario al esperado y como consecuencia de ello EEUU entró en la II Guerra Mundial derrotando al ejército nipón.

Anko Itosu (1832-1915) tuvo educación militar, además de Kenjutsuka, de la escuela Jigen Ryu, por lo que debió "obsesionarse" con la búsqueda de esa táctica aplicada al Karate para poder enfrentarse desarmado a un enemigo armado.

Técnicamente es posible, aunque como he dicho antes no en el sentido de un "único golpe", sino en el de un "golpe definitivo". En un combate, una situación extrema, el cuerpo se prepara segregando adrenalina, lo que disminuye la sensación de dolor, por tanto, salvo en el caso de alguna enfermedad o lesión previa, la probabilidad de un "único golpe" es puramente anecdótica.
Sin embargo, si por medio de un ataque a los sentidos, vísceras o nervios, se logra que el cerebro, por medio del Instinto de Supervivencia, preste atención a un órgano, miembro o zona, la adrenalina segregada irá a aliviar ésa zona, por lo que, en ese caso, sí es posible alcanzar con un "golpe definitivo" alguna zona vital y dañarla hasta el extremo de causar la muerte o, al menos, un daño irreparable.

En muchos tratados y escuelas modernas se trata el Ichi Geki Hissatsu como una "Técnica Secreta" relacionada con esa energía misteriosa llamada Ki.
Ruego a los lectores que no caigan en esa trampa y se piense con un poco de seriedad y lógica empírica y científica este tema, puesto que no hablamos de un pasatiempo ni de algo baladí, sino de una técnica que causa o puede causar la muerte de una persona. No es ni medio ético jugar con la vida de nadie.

Si existiese de verdad, científicamente, una energía tan poderosa, capaz de parar o poner en marcha un corazón, las unidades de urgencias la usarían en lugar del desfribilador. Ahora piénsese por un momento: en el caso de sufrir un paro cardiaco... ¿A quien llamaría, a una unidad con desfribilador o a un experto en Ki?

Las artes marciales tienen numerosas técnicas que atacan, con posibilidad de lesionar más o menos gravemente, órganos y vísceras, ahora bien, no es tema que deba ser tratado con tanta ligereza que de lugar a estas malinterpretaciones atrayendo a gente de escaso nivel crítico y cultural.


 
Que se mire algo, no quiere decir necesariamente que ese algo "se vea", en demasiadas ocasiones "los árboles no dejan ver el bosque", o al revés, no estoy seguro de la forma correcta del refrán. En demasiadas ocasiones nos encontramos condicionados por "lo que queremos ver" y, por tanto, no percibimos toda la escena en su conjunto, hay muchos experimentos científicos al respecto. Este, por ejemplo:
Las llamadas Okuden no son otra cosa que percepciones como la del test: nuestra mente está concentrada en un aspecto concreto y no presta atención a todo lo demás que ocurre.

Pero no todo es culpa de la mente occidental. Ocurre que la mente oriental en general y japonesa en particular, está estructurada de un modo diferente con varias razones científicas, la más estudiada y conocida su escritura en kanji (ideogramas), hacen que perciban con más claridad aspectos abstractos que concretos, dado que son educados en la interpretación de ideas a través de su lenguaje escrito. Un ejemplo: la palabra Bu, tan usada y conocida, se escribe con 7 kanji diferentes y con significado distinto, por supuesto. Do (en realidad Dou) otros 7. Por tanto, un japonés, necesita el concepto abstracto, la idea, representada en el Kanji para poder entender de qué se está hablando.

Cosas que para un occidental son totalmente exóticas y casi incompresibles, como el Ikebana o el Bonsai, son materias cotidianas en Japón. En las ciudades los árboles normales, decorativos, son podados y pinzados al "estilo bonsai"; no es nada raro ni difícil encontrar un arreglo floral en cualquier rincón de la ciudad; sentanse en Seiza es una costumbre ancestral, no existen las sillas en el Japón tradicional y sentarse con las piernas cruzadas hace que se abran los kimonos... y así en todo.
Lo que quiero decir con esto, es que forma parte de su "cotidianeidad", cualquier japonés, aún sin ser ningún experto ni conocer las reglas básicas, puede construir un ikebana o hacer un bonsai, puesto que los "modelos" están por todas partes.

Lo mismo ocurre con las artes marciales, mientras nuestros niños y adolescentes, en las escuelas e institutos, juegan al futbol, al baloncesto, etc., los japoneses practican Judo o Kendo, también Karate-Do. Muchos abandonan al llegar a la juventud, otros continuan... pero no son considerados más o menos que nadie por muy Gran Maestro que se sea, salvo en los círculos dedicados a estas actividades.

Por tanto, no es nada de extrañar que, a la hora de difundir o explicar sus artes marciales, su cultura o una de sus manifestaciones culturales, pasen por alto determinados conceptos que, a pesar de ser importantísimos, son tan "cotidianos y normales" que "no merece la pena explicarlos", porque se da por sentado que "eso" ya está asumido.

Por otra parte, según su mentalidad (ya comenté algo anteriormente), es el alumno quien tiene que aprender, el Maestro solo guía, dirige la enseñanza, pero hay algo que no se puede enseñar: Aprender a pensar. Y, en Budo, eso es "el quid de la cuestión" o "la madre del cordero" por utilizar una expresión popular.

El movimiento

Hay muchas formas de caminar, de moverse, en la cultura japonesa. Su normas de etiqueta y protocolo son muy estrictas (excesivamente) por lo que la simple manera de comportarse, moverse y caminar depende de diferentes variables: el lugar, el entorno, las personas que comparten la habitación, el estatus social, etc... En un Dojo, en un suelo tapizado de tatami (esterillas de paja de arroz) y ceremonialmente:
Sin embargo, como digo, difiere según la situación y en lo referente al Budo/Bugei, depende de la especialidad y escuela, no se mueven lo mismo un Kendoka que un Judoka, por ejemplo.

A pesar de ello, hay siempre un gran debate: ¿Cómo girar?
Los giros son imprescindibles en el Budo/Bugei ya que se necesita controlar los 360º del entorno, además de técnicas y tácticas de giro.
El debate pone (una vez más) de manifiesto las Técnicas Okuden, éstas se explican, o mejor dicho se ven perfectamente en otras manifestaciones culturales, ya que, hablando de refinamiento, de técnicas sutilies y teniendo en cuenta que la estabilidad y seguridad son los principios fundamentales de cualquier arte marcial, nada mejor que ver como se ejecutan los movimientos de danza:

Supongo que muchos karateka habrán advertido el primer movimiento: Es exactamente igual que el comienzo del Kata Unshu.

Pero me interesa, en este momento, otro detalle: el giro: Normalmente se enseña (y se discute) si primero hay que mover los pies y si el giro se hace sobre el talón o sobre la puntera del pie. Ambas formas tienen sus pros y sus contras desde el punto de vista biomecánico y de ejecución técnica y dejo para los expertos en biomecánica y ciencias deportivas el análisis práctico de la técnica.
Lo interesante es ver como estas bailarinas de Kyoto, ejecutando un tipo de danza de muy alto nivel de refinamiento llamada Kyomai, apenas mueven pies y cuerpo, manteniendo durante todo el movimiento una perfecta verticalidad.

Si este modo de girar y moverse se aplicase al Budo, el movimiento sería perfecto: estable y sin perder un ápice de fuerza. Y sin embargo está bien a la vista: el giro se hace con la cadera, lo que hace girar todo el eje vertical y las piernas solo sirven de soporte:
Se puede argumentar que esto no es más que una danza y es conocida la frase (machista donde las haya) que un Budoka no es una bailarina, El cuerpo humano y las Leyes Físicas no entienden esos matices y la estabilidad y, con ella, la potencia, es la misma sea un baile o sea el arte marcial más duro.

También se puede argumentar que esta forma es anticuada, obsoleta..., puede ser.
Existe una variante moderna llamada Butoh que se dice inspirada en movimientos de artes marciales mezclados con la danza y el teatro tradicional japonés:
Opiniones estéticas y gustos aparte, lo que nos interesa es descubrir el Okuden, la "técnica escondida" de como mover el cuerpo y, concretamente como hacerlo girar sin perder estabilidad ni (en el caso del Budo) potencia.
Aquí vuelve a ponerse de manifiesto como el giro no se hace con los pies, sino con la cadera:
La idea básica, fundamental de toda especialidad del Budo es, sencillamente, lograr un control total y absoluto del propio cuerpo y, por tanto, del adversario ya que la Leyes Fisicas que gobiernan el movimiento y la estabilidad son exactamente las mismas.

Personalmente no soy partidario del Aikido o, más exactamente, de la práctica del Aikido destinado a exhibiciones ya que la connivencia de Uke (el que "recibe" la técnica) hace que sea muy espectacular, pero falsa, habitualmente "se tiran" en lugar de "ser proyectados" lo que va en detrimento del buen hacer del ejecutante a pesar de ganar en espectáculo visual y estético.

Sin embargo hay que reconocer que si hay un arte marcial que utiliza el movimiento y el giro es, precisamente el Aikido ya que se basa, precisamente, en utilizar la velocidad, fuerza e inercia del atacante, por ello, detengámonos un momento en su fundador, Morihei Ueshiba en un vídeo de su juventud (1935) cuando ni siquiera recibía el nombre de Aikido sino Aiki-Budo, sus movimientos probablemente proceden del Daito-Ryu Jujutsu, estilo que llegó a dominar antes de "eliminar las técnicas que no son Aiki", por tanto se puede decir que es un Aikido "primitivo":
Como siempre, este video y su ejecutante, tendrán sus admiradores y detractores. Repito, yo no estoy interesado en el Aikido y, por tanto, no entro en debates sobre si sí o si no, si exageran o son  reales, si son eficaces o no. Solo me interesan los movimientos de alguien que, por aquella época era un reputado Maestro de Aiki-Budo o Daito-Ryu y Hakko-Ryu Jujutsu para descubrir, o más bien, redescubrir o difundir (como se prefiera) el Okuden.

Puede verse perfectamente como su modo de caminar coincide casi a la perfección (son diferentes las formas masculinas y femeninas de protocolo, etiqueta y, por tanto, de forma de caminar) con la manera de moverse del principio, es decir, el modo de caminar sobre un tatami (una habitación recubierta de tatami). Sus pies apenas se despegan del suelo.

E, igualmente, puede verse como el movimiento de giro es, en realidad, de cadera, del eje vertical del cuerpo y no con los pies, sino que éstos se mueven de forma natural impulsados por la energía cinética de la cadera (o Hara para quienes prefieran el lenguaje "tradicional")

Muchas veces, incluso yo mismo en mis prácticas, se peca de usar la fuerza de los brazos, utilizar los pies para ejecutar el movimiento. Y aunque esta última afirmación (utilizar los pies) es válida desde el punto de vista de las leyes Físicas para iniciar el movimiento, la fuerza cinética, o energía cinética, es realizada por la cadera, los pies deben proporcionar una base sólida y estable para poder transformar esa energía en fuerza centrífuga, la base de cualquier técnica de artes marciales, sea cual sea la especialidad.

Cuando se utilizan únicamente los brazos o las piernas, la fuerza depende exclusivamente de los músculos dorsales para la potencia de la técnica, sin embargo utilizando la cadera la fuerza se multiplica por efecto de la energía cinética. Este es el Okuden...

    Autor

    El Cuervo o Cayetano Sanchez, practicante de Artes Marciales e investigador en japonología, experto en diferentes aspectos de la cultura japonesa y manifestaciones artísticas


    El libro que recoge los principales conceptos del Budo con la interpretación occidental y analítica de El Cuervo.
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    The concepts and sentences related with the martial artes, since the western and analytic look of El Cuervo.
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