He estado leyendo y releyendo algunas cosas que se han publicado, escritos y entrevistas, debates y opiniones varias y he estado haciendo una especie de autocrítica intentando coger una perspectiva de las cosas. Lo he estado haciendo, hasta que el bloguero Long, de Artes de Caballería, tan agudo, ácido y mordaz como siempre, lo resumió todo en una certera frase: ¿Pero esto que es?

En su blog relata una conversación con alguien cuya conclusión es que las Artes Marciales están condenadas porque quienes se dedican a su enseñanza no tienen ni la más remota idea de lo que dicen y hacen, salvo honrosas excepciones y que aquí, cada quien, se coloque del lado que le convenga.

Desde el punto de vista didáctico
Se pueden contar con los dedos de una mano los enseñantes de artes marciales que tienen alguna experiencia, conocimiento o bagage mínimo sobre modernas teorías, métodos y sistemas de enseñanza, que sepan elaborar un Plan de Estudios organizado y preparado para la personalización de cada uno de los alumnos.

Lo habitual y mayoritario es acogerse a un "Programa didáctico", que no es más que una recopilación de movimientos ordenada de menor a mayor dificultad, algo que siempre es subjetivo y que no permite la personalización.

Pongamos por ejemplo cualquier movimiento: Mae Tobi Geri, Irimi Nage, Hane Goshi... Una persona de características tipológicas atléticas o mesomórficas, con suficiente agilidad y entrenamiento, puede aprender a realizar esos movimientos de forma rápida. Por el contrario, a alguien con una tipología leptosómica o endomórfica, le será bastante difícil adaptarse a ese tipo de técnicas.

Tampoco el sistema actual y menos aún sus enseñantes, prestan la más mínima atención a otras características humanas: un temperamento basado en la somatotonia está predispuesto a la competición, al trabajo exhaustivo con fines deportivos, mientras que un temperamento basado en la cerebrotonia está más preparado para el estudio en profundidad de cada técnica.

Perdón por utilizar un lenguaje excesivamente técnico. Lo que quiero dejar patente es la gran ignorancia que predomina en este mundo de las artes marciales sobre los diferentes tipos y sistemas de aprendizaje, basados, precisamente, en las características personales que, por formar parte de la educación, morfología y condicionantes psicológicos de cada individuo, no pueden obviarse y aplicarse un "método estándar" que alguien inventó o creó en un momento determinado y adaptado a su propia idiosincrasia.


Desde el punto de vista técnico
Ultimamente se ha puesto de moda una palabra: "Tecnificación".  Ruego al lector que siga el link para saber exactamente el significado de la palabra.

Aplicar o introducir procedimientos técnicos en una actividad que, por definición, es puramente técnica, raya en la estupidez, a no ser que se esté empleando (mal) para referirse a la introducción de elementos científicos que redunden en una mejora técnica y del rendimiento físico.

Si es esto lo que se pretende, se necesitarían hacer grandes estudios de laboratorio sobre biomecánica, potencia, fuerza y cargas de trabajo. Además de un análisis exhaustivo de la correlación de fuerzas, los distintos vectores que componen sus trayectorias y los resultados, personalizados, de la aplicación de las distintas formas y técnicas de modificación de esas trayectorias, además de la cuantificación de los valores exactos que las diferentes formas y ángulos de impacto provocan.

Dicho en claro: Se necesitaría un verdadero estudio, de rigurosidad científica sobre los aspectos fisicos y biomecánicos sobre cualquier arte marcial, entendiendo por estudio científico todo aquel que tome un amplio campo de muestra y cuyos resultados sean extrapolables a otros individuos de características similares. Obviamente no lo hay.

Dudo mucho que exista un interés mínimo por hacer siquiera un estudio a pequeña escala, un trabajo personal que implique la mejora técnica de la enseñanza, aunque me consta que hay que lo hace para su mejora personal, pero ocurre que cuando esa persona, concretamente me estoy refiriendo al mencionado bloguero Long, publica esos estudios, es tildado de "hereje", "ignorante" y otros epítetos por el estilo, incluyendo la ordinariez y el insulto personal.

Desde el punto de vista técnico, el panorama es patético. A falta de ese estudio científico, la práctica de las artes marciales se acogen a la falacia "magister dixit" y se intenta revocar cualquier espíritu crítico acudiendo al "argumentum ad hominum". Dicho "en cristiano", como "el Maestro lo dice" es la verdad absoluta y el crítico es "un demonio, un fracasado, envidioso, rencoroso...", es decir, no hay posibilidad de debate abierto, clarificador, basado en criterios lógicos.

Sencillamente, no hay un estudio serio o mínimamente serio y, por tanto, no puede hablarse de "perfección técnica", "excelencia técnica" o "pureza técnica", dado que estos términos son objetivos y, por desgracia, solo se utilizan criterios subjetivos como argumento.

Desde el punto de vista tradicional
Puede y debe hablarse de puntos de inflexión en las artes marciales, concretamente dos: La transición a la modernidad (los llamados Gendai Budo, literalmente: caminos marciales de la era moderna) y el periodo de postguerra mundial.

Sin embargo, son mínimos, escasos, raros, los tratados de artes marciales que inciden en las diferencias entre los diferentes periodos, incluso en su mentalidad y formas tradicionales. Para encontrar algo que pueda dar argumentos, razones y explicaciones de la tradición japonesa, se debe bucear en tratados sobre historia y cultura y así entender que la mentalidad japonesa es totalmente diferente a lo que nos tienen acostumbrados a creer.

Ante la escasa, más bien nula, comprensión de esa mentalidad y, por tanto, de la tradición, se recurre a verdades a medias o al socorrido "yo pienso de que" que, curiosamente, se convierten en verdades absolutas. Un ejemplo más que notorio, generalizado y descriptivo es la relación Maestro-Alumno y, por extensión, la relación Senpai-Kohai.
En origen, esta tradición estaba basada en algo llamado "conocimiento", es decir que el Maestro o Senpai, tenía un conocimiento superior al del Alumno o Kohai, símplemente por la experiencia y los años dedicados al estudio y entrenamiento. Esta regla tiene sentido cuando ese estudio y entrenamiento han sido realizados con total y absoluta honestidad.

Sin embargo, en la época actual y con los avances científicos, técnicos, metodológicos y, sobre todo, de la facilidad del acceso a la información, la regla del "conocimiento" no siempre se cumple con toda exactitud. Imaginemos a un "gran maestro" centrado en su mundo, en sus técnicas y a un alumno inquieto que busca e investiga (seriamente, eso sí) siguiendo otras fuentes de información, lo cual era imposible en otros tiempos.

Si, según la tradición basándose en el conocimiento, el Maestro, tenía una mayor y mejor visión sobre las artes marciales, se le debía el merecido respeto a esos años de estudio. Pero hoy es muy posible que el "gran maestro" se haya quedado anclado en el pasado o perdido en su ego y el alumno haya alcanzado iguales o mayores cotas de conocimiento técnico y conceptual. Siguiendo la lógica tradicional, será el alumno quien merezca los honores.

Pero esto no es así, más bien al contrario: Existe una regla que se aplica de forma generalizada, si un alumno alcanza el mismo grado que el profesor, éste es ascendido automáticamente, puesto que se entiende que el alumno no puede superar al maestro. Lo siento, me parece absolutamente absurdo y anti tradicional.

Para remediarlo, no se buscan alumnos, en el sentido de personas que quieran aprender, que busquen conocimiento. Se buscan acólitos, discípulos, personas que se someten a la autoridad del "gran maestro" en función de un papel o un cinturón.

Despedida y cierre

Durante este tiempo, he intentado dar a conocer la tradición japonesa y, en este blog concretamente, aspectos, mayoritariamente ignorados, llamados Okuden o "nivel que no se ve", algo totalmente diferente al término "oscuro", "secreto", "oculto", "misterioso", por el que suele ser traducido.

Confieso que me he cansado. Son una escasa minoría los interesados en ese Okuden, en abrir los ojos para ver más allá de lo obvio.

Hace mucho tiempo conocí a alguien que visitó Grecia, la cuna de nuestra cultura. A su regreso me interesé por su viaje, para mi sorpresa contestó algo así como "Decepcionante, todo está en ruinas". Pues algo así ocurre en las artes marciales: se han convertido en sectas, más o menos místicas y que, en la mayoría de los casos, podrían calificarse de destructivas, toda vez que anulan la capacidad crítica e intelectual de sus seguidores.


Leo en una entrevista que alguien dice ser "Heredero", "Soke", porque su Maestro manifestó tal deseo. Al margen de que sea cierta o falsa la historia que cuenta, manifestar un deseo no convierte ese deseo en realidad. ¿Quien no ha jugado a algún juego de azar con el firme deseo, manifiesto y manifestado, de convertirse en millonario?

Leo un debate en el que se niega sistemáticamente la historia de las artes marciales, se ignora totalmente la tradición y se argumenta con tópicos y creencias sin base racional, histórica o documental. La tradición es el hilo conductor de las artes marciales y hay muchas cosas que permanece ocultas, repito e insisto en el sentido de que "no son vistas".

Se critica, por ejemplo, ciertas técnicas de Gozo Shioda en las que repele un ataque con un leve, mínimo, imperceptible, movimiento del cuerpo, sin embargo, esas técnicas no son invento de Shioda, ni siquiera el único que las realiza: son utilizadas, muy utilizadas, por los maestros de Kendo cuando entran en Tai Atari.

Por todas estas razones, cierro este blog, no sin antes unas cuantas recomendaciones para quien quiera acercarse al fascinante (desde mi punto de vista personal y subjetivo) mundo de las artes marciales tradicionales.

  • La Tradición, en cualquier cultura, se basa en su Historia, en el conocimiento ancestral y en costumbres adquiridas bajo unas circunstancias concretas. Si se quiere comprender esa tradición hay que, indiscutiblemente, profundizar en la Historia y la Cultura del pais o entorno que se desea estudiar.
  • El conocimiento de las artes marciales no se transmitía de palabra, sino por escrito, a través de unos rollos manuscritos llamados Makimono (rollo, cosa enrollada). El más habitual era y es el Menkyo Kaiden o "Licencia de enseñanza", que contiene los principìos básicos de la escuela. El Makimono de la Escuela, contiene su historia, sus principios y sus técnicas y solo es entregado al siguiente Soke de la Escuela, de forma tal que no puede existir un Soke sin un conocimiento exhaustivo de las técnicas e historia contenidas en ese escrito. El sentido de esta afirmación tan rotunda es razonable y lógico. ¿Cómo se puede considerar a alguien Maestro de una escuela si no conoce ni su historia ni sus técnicas?
  • Las artes marciales son todas diferentes, no existe una. No existe un Arte Marcial, existen formas diferentes de entender cada una de las especialidades de lucha, sea cuerpo a cuerpo o utilizando armas o utensilios. Por tanto y aunque tengan puntos comunes, una base común, no son comparables una escuela de Kendo con una escuela de Aikido.
  • De la misma forma que no se puede extrapolar la Lucha Canaria al Sumo, aunque tengan cierto parecido en fondo y forma, no se puede extrapolar el Karate (okinawense) a la lucha cuerpo a cuerpo japonesa, ya que partían de conceptos y supuestos totalmente diferentes.
  • Si se quiere, de verdad, honesta y sinceramente, aprender, practicar y profundizar las artes marciales tradicionales japonesas, primero hay que comprende y "traducir" al occidental lo conceptos orientales, segundo es imprescindible tener una idea  global y amplia de lo que el concepto "lucha", "combate" significa, encierra y ha evolucionado. No se puede aplicar un concepto de lucha basado en las circunstancias históricas y culturales del siglo XII en el siglo XXI, sin embargo, sin conocer lo antiguo no se puede profundizar en lo nuevo. No se puede intentar inventar y revolucionar la industria automovilística sin conocer el funcionamiento de la Máquina de Vapor ni las propiedades físicas de la rueda.

Y manifestando mi sincero agradecimiento a cuantas personas han seguido, aportado y criticado este blog, me retiro a seguir estudiando y profundizando los conceptos fundamentales de mi escuela que para quienes estén interesados son un grupo de 23 técnicas, llamadas Migi Nijusan Te, divididas en tres grupos: Kyômi Shote, Hote Shote y Kotori Te.

Confieso que me resulta vergonzoso comprobar que otros grupos de mi misma escuela ni siquiera han oido hablar de ellos, sin embargo y desde aquí, les ofrezco la posibilidad de estudiarlos, comprometiéndome a facilitarles una copia de la reseña de esos grupos y las técnicas contienen si, sinceramente, desean profundizar en el conocimiento de la escuela que dicen practicar.


Reitero mi agradecimiento personal, principalmente a mi grupo de estudio que me permite experimentar y corroborar líneas de trabajo cruzando la información con otros Maestros de Artes Marciales tradicionales y el apoyo recibido, muy especialmente a Santos Maza.



Marco
2/16/2014 06:37:10 pm

Bueno.. veo que te despides me sabe muy mal.Muchas veces no estado de acuerdo con lo tus opiniones. Pero siempre es muy interesante leerte.

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Cuervo
2/16/2014 07:32:46 pm

No pretendo que nadie piense como yo, eso es obvio, solo que la gente piense por sí misma. En mi pueblo dicen: "De lo que veas la mitad creas y de lo que oigas, la mitad de esa mitad"

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Marco
2/16/2014 09:12:18 pm

Lo interesante que yo se que no pretendes que piensen como tu. Expones tu forma de pensar. Eso es lo bueno.

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2/17/2014 07:16:13 am

Muchas gracias por las amables menciones, Cuervo. Como decías por ahí, con que se abra los ojos a una persona, uno puede darse por satisfecho. A veces es duro, a veces uno se siente como sin aire para respirar ;-), a veces asqueado, a veces irritado, pero hay que continuar, es una obligación moral. Si no, ¿qué coño pitamos aquí? ¿Qué pintamos en el mundo sin hacer el bien? ¿"Vivir" la vida? Como los animales.

Yo ya no escribo para que la gente me lea, aunque por supuesto me agrada y agradezco que me leáis, pero mi blog es un lugar donde practico reflexiones en voz alta porque me gusta analizar las cosas, criticar lo que está mal y lo que hace daño. Y ya sabes que me encanta poner a parir a esta panda de estafadores. Así lo llevo haciendo desde hace siete años, cuando empecé a escribir Artes de Caballería asqueado por la idiocia predominante en akido. Y hoy, justamente hoy, a pocos días de mi 50 cumpleaños, el blog ha sobrepasado las 50.000 visitas ¿"Causualidad"? ¿Regalo de cumpleaños?. Quién sabe qué pasará dentro de otros siete, o de diecisiete, quizá sea una celebridad en este mundo desnortado o quizá me haya aburrido como tú. Sólo espero que, si no es porque mis obligaciones me lo impiden, me hagas reflexionar sobre el bien que podemos hacer a alguien, aunque sea a uno, para que no me rinda.

Este desnortado mundo va a cambiar, seguramente ya ha empezado el cambio, y seguro que nosotros hemos contribuido, despertando a quien tenía dudas pero no sabía por dónde iban los tiros, y animando a los que tenían algunas pocas certezas, haciéndoles compañía, ayudándoles a no sentirse solos, valorándoles.

Ya sabemos que hay cambios en el mundo del karate en los que probablemente hayamos influido, y yo sé, porque me lo dice san google, que Shu Kitaura nos lee, y cuando su padre ya no esté él será quien guíe a la siguiente generación de aikidokas. No es momento de rendirse, sino de escribir para uno, ¿quién sabe si las futuras generaciones estudiarán nuestros blogs como parte de su formación? ¿Quién sabe si, aunque nuestros ojos no lo vean, estamos contribuyendo a mejorar nuestras queridas aamm para la posteridad?

No terminamos nunca, no podemos, nos queman las entrañas tantos desvaríos... que no podemos callarnos. Yo no me voy a callar, porque se lo debo a esas 50.000 visitas, y espero que tú tampoco.

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Cuervo
2/17/2014 07:22:36 pm

Evidentemente a mi no me calla nadie que sepa menos que yo, como es el caso del 98% de los que se atreven a ir por ahí de "Grandes Gurús" y "Popes" de la Secta del Arte Marcial. Pero ahora necesito tiempo para interiorizar, aprender y asimilar todo lo que he investigado durante el último año, que es mucho y sorprendente.
Son técnicas que fueron escritas y descritas en el siglo XVII aproximadamente, puesto que no hay una datación fidedigna del documento, la fecha es inferida al seguir el rastro de los maestros que continuaron investigando y aportando cosas sobre ellas, en total 10 cuyos nombres figuran al final del documento y el último es el único de data su firma, en el siglo XIX.
Son sorprendentes porque se ha escrito mucho sobre ellas, incluso se ven aplicaciones prácticas en otras artes marciales, especialmente en Kendo e Iaido, por lo que resulta lógico deducir que fueron las técnicas originales aplicadas en el momento histórico en el que la Katana era un arma, no un objeto decorativo. Como decía se habla de ellas, pero nadie las enseña: por ejemplo un primer grupo llamado Kyômi Shote (en privado te puedo dar la traducción, aquí hay ojos que no me interesa que la vean) esas técnicas son super utilizadas en Kendo, cuando se entra en distancia corta y los shinai no resultan útiles, lo que se llama Tai Atari, sin embargo por más que miro ningún estilo de X-jutsu lo aplica.
Otro tema es la distancia: el Karate moderno y el Aikido han influido nefastamente en las técnicas de defensa personal al falsear la distancia. Me explico: en competición y en Aikido se utilizan distancias medias largas, sin embargo, la realidad es que una pelea, un combate se realiza en distancia corta y cortísima. No hay técnicas para eso? es imposible, la lucha, la pelea es pelea incluso cuando el hombre aún era un mono y no se me puede decir que ha evolucionado mucho en ese sentido.

Sin embargo, encuentro en esos documentos, técnicas que solo pueden aplicarse en distancias cortas y muy cortas, no funcionan en distancias media y larga, luego me obliga a replantear todas, la mayoría, de las bases del sistema, encontrándolo más lógico y funcional que el 99,99% de lo que se ve por ahí.

Mi conclusión, como escribí en tu post "Esto qué es?" es que ni se ha explicado ni se ha querido entender, se ha pervertido. A mi ya me pilla mayor (54 tacos) para revolucionar nada, ni siquiera para intentarlo, pero sí me pilla con las ganas de un chaval que empieza, puesto que, de repente, me he encontrado con la fuente original y descubierto el engaño, un engaño en el que han participado todos: japoneses, orientales en general y occidentales.

Así que, para mí, empieza una nueva etapa que espero y deseo poder compartir contigo para que me ayudes en los experimentos y estudios desde el punto de vista biomecánico.

Dicho de otra manera y a las claras: Mi plan es coger lo antiguo y revisarlo desde el punto de vista moderno y científico, para lo cual tu ayuda, como verdadero experto, me es imprescindible o, al menos, altísimamente recomendable.

Reply
2/17/2014 08:49:40 pm

Tiene una pinta cojonuda lo que dices. Si es así será una revolución. Cuenta conmigo, desde luego. Aunque ya sabes que a mí la efectividad "me la pela", me intriga el asunto.

Luis Alberto Angulo
2/10/2020 05:11:22 pm

saludos de Merida venezuela hermosa la pagina

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    Autor

    El Cuervo o Cayetano Sanchez, practicante de Artes Marciales e investigador en japonología, experto en diferentes aspectos de la cultura japonesa y manifestaciones artísticas


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    Disponible en versión digital e impresa:

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