La mia no es una historia original, el que más y el que menos ha tenido el mismo viaje, con similares compañeros y similares anécdotas, por lo que esta entrada va dirigida a aquellos que comienzan su andadura más que a quienes ya llevan un largo trecho recorrido por aquello de aprender de experiencia ajena.

Empezaré casi por el final, expresando mi agradecimiento a las personas que más influyeron en mi formación guiándome por el camino correcto y a quienes nombraré por sus nombres completos en lugar de las iniciales que utilizaré para el resto:
Carlos Moreno, de Shotokan y Okinawa Kobudo, una gran persona, humilde donde los haya, trabajador e investigador incansable, no le importan los grados ni los títulos, maestro en uno de esos dojo/gimnasio de barrio, en los que ha formado y sigue formando excelentes karateka y Okinawa kobudoka. Sincero y abierto sin sombra ni resquicio de interés personal, el Budo es su pasión a la que lleva entregado toda una vida. A él le debo mi afán de investigación personal y un espíritu crítico basado en la Historia más que en la Leyenda.
Choyu Hentona, de sobra conocido. No he entrenado mucho con él, salvo algunas clases sueltas, por lo que no me considero su alumno, pero sí ha influído en mi pensamiento y en mis formas, alentando una investigación y una mentalidad que va más allá de la simple repetición de ejercicios y la imitación del modelo. A él le debo una mirada crítica, observadora, curiosa, en busca de lo importante por encima de lo superflúo y una desmitificación del papel de los Maestros.
Yuichi Negishi, tristemente fallecido en la más ignominiosa soledad y olvido por parte de aquellos que le deben todo cuanto son ahora. Un Gran Maestro con todas las letras, abierto, había logrado un extraño equilibrio entre su tradicionalismo japonés y el modo de vida y mentalidad occidental de modo tal que desmitificaba todos esos conceptos místicos y sobrevalorados situándolos en su justa medida. A él le debo una certera comprensión de qué es y qué significa realmente el Budo.
Toshiko Hirose, Maestra de Shado (Ceremonia del Té) y la personificación de la dulzura y la elegancia. Persona sencilla a quien no le gustan los halagos, prefiere pasar desapercibida, discreta y afable, siempre de buen humor aún en las circunstancias más duras. De ella aprendí el refinamiento, las buenas maneras, el verdadero sentido de la cultura y la mentalidad japonesa desprovista de adornos y banalidades, cotidiana.

Estoy en deuda con todos ellos, una deuda de gratitud que nunca podré saldar.

Mi andadura comenzó hace ya más de 35 años, cerca de 40, influenciado, como no, por la figura del momento: Bruce Lee, en una ciudad de la periferia de Madrid y mi única intención era sencillamente "aprender a sobrevivir" en un ambiente que podríamos calificar de hostil, aunque siendo sincero, a esa edad y con las hormonas revolucionadas, quería sobresalir y resultar atrayente al sexo femenino. Los grados y cinturones eran las plumas del pavo real. En estos 40 años han cambiado muchas cosas, la mayoría para ponerse en el lugar que les corresponde.

De JVA aprendí como NO debe
comportarse un budoka que se precie. Taimado e interesado, poniéndo sus intereses y visión personal por encima de la verdad objetiva. Engañando o, para ser exactos, llevando a engaño a cuantos creímos en él en un momento determinado, traicionandose a sí mismo y a quienes decía servir impúdicamente y sin atisbo de humildad ni fair play.  Da la espalda a la Verdad tomando únicamente aquellas partes de la Historia que, convenientemente tergiversadas, sirven para engrandecer su ya descomunal Ego no dudando en vilipendiar, incluso injuriar a aquellos de los que se sirvió en tiempos pasados. Ejemplo tópico y típico de Maestro-Dios.
LMV me enseñó a buscar información. Personaje culto, educado cuando convenía, animal político que sabía moverse en la delgada línea que separa el Bien y el Mal, su afán de brillar y deslumbrar le llevaba a no tener escrúpulos y manipular conciencias, hechos, incluso los buenos deseos de quienes le seguían. Fué, sin embargo un gran instructor de las técnicas básicas, puntilloso hasta el delirio, aunque su nivel técnico no estaba a la altura, su orgullo le hacía presentar a sus alumnos y seguidores como muestra y moneda de cambio.
PC era un buen hombre, honesto con reservas, con una gran fé en lo que hacía, aunque con más voluntad que cualidades técnicas. Llenaba sus lagunas técnicas disfrazándolas con lenguaje científico, tan pagado de sí mismo que era impermeable a otras formas de entender el Budo más cercanas a la realidad, despreciando ostensiblemente todo aquello que ponía en entredicho sus conocimientos extraídos de fragmentos incompletos de otras artes marciales.
MB era un estudioso de la cultura japonesa, de ella extraía cuentos y leyendas sobre las que dar tintes de verosimilitud a una historia en la que se mezclaban sin mucha habilidad
pasajes históricos, costumbres, conceptos mal entendidos y peor interpretados, mística, religión y folclore. Se aprovechaba del gran desconocimiento que existe sobre Japón y, para ello, basaba sus disertaciones y explicaciones en publicaciones de baja calidad y rigor que, sin embargo, son más populares que los ensayos más prestigiosos.
RC tenía una personalidad arrolladora y creativa, eso hay que reconocérselo. Su nivel técnico era bastante pobre, mediocre más bien, sin embargo sabía hacer de la necesidad virtud y llenaba sus lagunas a fuerza de creatividad. No ha sido el único con el que me he cruzado que hacía lo mismo. La creatividad es un don, un don que sabiendolo utilizar llega a confundir a quienes poseen escasa formación y un bajo nivel crítico pues llega a confundirse con la destreza.
LM era un personaje imbuído de Ego e idolatría, dueño de la verdad absoluta que había adquirido por ósmosis, por "tocar la túnica de Dios", no es que no tuviese técnica, la tenía, pero mucho menos de lo que él creía tener, hasta el punto de pensar que los demás no eran merecedores de su sabiduría e inventar leyendas sobre las que edificar su pedestal.

A lo largo de estos años he visto nacer y morir estilos y escuelas antes de su desarrollo, nombres que aparecían y desaparecían de las revistas y las publicaciones del sector. He asistido al deterioro del Judo, desde ser un Arte Marcial completo hasta convertirse en una sombra de lo que fué revestida de Deporte Olímpico y, me temo, que algo parecido está ocurriendo con el Karate y el Kendo, aunque de éstos queden grupúsculos que mantengan vivo el espíritu del Budo.
He visto nacer las llamadas MMA desde aquel primer intento llamado Full Contact, pasando por el Muay Thai y el Kick Boxing. No tengo nada en contra de ellas, como tampoco tengo animadversión por el Boxeo o la Lucha Grecorromana, solo que mis intereses van por otro lado ¿criticable? Es posible, pero es mi camino, el que yo he elegido libremente.

Y veo, con cierta tristeza, como el desconocimiento causa verdaderos estragos en los ánimos de los budoka noveles, como son pasto de desaprensivos que inventan lo que ya está inventado pero lo adornan en bonitos envoltorios que entran por los ojos y deslumbran a los incautos.

Por todo ello, me permito contar (veladamente) mi propia historia para que quede claro que no es oro todo lo que reluce, que la buena esencia se guarda en recipientes pequeños, que entre la arena puede encontrase un diamante o, en castellano puro y ordinario: de entre la mierda nacen las flores más hermosas.

¿Cómo diferenciar un buen Budo de un engaño? Precisamente en los Okuden. Uno de esos Maestros que tanto han influido en mi vida dijo no hace mucho tiempo: El Budo es arte, sutil, refinado... el Okuden es esa sutileza y ese refinamiento, desconfía de aquello que es demasiado obvio... En tu viaje encontrarás muchos compañeros, muchas flores de vistosos colores, pero también muchas piedras y recónditos vericuetos que te llevarán por caminos equivocados. Mantén siempre claro tu objetivo, sea cual sea, porque si no lo haces otro llegará que te inculcará el suyo...




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    Autor

    El Cuervo o Cayetano Sanchez, practicante de Artes Marciales e investigador en japonología, experto en diferentes aspectos de la cultura japonesa y manifestaciones artísticas


    El libro que recoge los principales conceptos del Budo con la interpretación occidental y analítica de El Cuervo.
    Disponible en versión digital e impresa:

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    The concepts and sentences related with the martial artes, since the western and analytic look of El Cuervo.
    Avaible in digital and printed edition:

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    Printed Edition, English version in: Amazon, Create Space, Google Play y Google Books.

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